El principal reto de esta reforma en Sant Celoni era potenciar todo su encanto, solucionando los problemas estructurales y de humedades que suelen tener las casas antiguas.

Se trata de una casa de más de 100 años situada en el centro del pueblo, con dos plantas y un patio posterior con la clásica "eixida" catalana.

En el momento de iniciar la reforma, los dos aspectos que más preocupaban el propietario eran recuperar y potenciar el encanto natural de la vivienda y solucionar a la vez los importantes problemas de humedad que tenía la vivienda.

Recuperar y potenciar los aspectos arquitectónicos propios de la vivienda

El proyecto, realizado por la arquitecta Giovanna Seppi, mantuvo los espacios de la planta superior tal como habían sido concebidos en su origen, con dos amplias habitaciones, una estancia intermedia que en la actualidad puede ser usada como estudio y un baño. Todas con luz natural excepto el estudio, por lo que se acristaló la parte superior la pared para dejar paso a la luz natural de una de las habitaciones.

En la planta inferior, Giovanna planteó unir la cocina y el comedor dejando una amplia estancia que recibe luz natural y a la que se accede directamente al entrar en la vivienda. Se descubrieron y recuperaron las vigas originales, que crean un entramado de madera muy especial y acogedor. Se abrió totalmente la parte inferior de la escalera y se recuperaron también sus materiales originales, creando una bóveda rústica que abre paso a la sala de estar con la chimenea antigua y al jardín posterior.

En el patio, se ha respetado la típica "eixida", que ofrece además la posibilidad de doblar el espacio, con una terraza superior y la zona inferior, donde encontramos un aseo, la zona de lavandería y un pequeño porche.

Tratamiento de humedades

En este proyecto el tratamiento de las humedades merece una atención especial. No se trata de eliminar las actuales sino de lograr también que dejen de producirse en el futuro. El paso más importante fue identificar las causas de los problemas en los distintos focos de humedad que tenía la casa.

Un primer foco procedente del tejado se solucionó reparando todas las tejas y cubriendo el bajo-tejado con un material natural y aislante de celulosa, y dejando abierta una "trampilla" en el pequeño trastero superior, para poder acceder siempre que sea necesario sin necesidad de realizar obras.

El foco más complejo procedía del suelo, lo que se denomina "humedad por capilaridad". Como en muchas casas antiguas, la ausencia de cimentación hace que la humedad del suelo suba a través de las paredes, y vaya produciendo las molestas humedades, que resultan negativas tanto a efectos de estética como confort y de salud.

En este vídeo (2,5 min) Xavier Calm explica cómo se abordó el tratamiento de estas humedades, básicamente aplicando dos principios: por un lado, creando una ventilación en el interior de las paredes (que se han trasdosado) mediante diferentes sistemas con el objetivo de canalizar la humedad hacia el exterior. Por otro lado, tratando algunas de las paredes de manera que transpiren mucho más y permitan que la humedad vaya saliendo en lugar de quedar estancada.

Video

Como siempre, a la hora de realizar la reforma se han reforzado todos los aislamientos con materiales naturales tanto en el techo como en las paredes, para favorecer un menor gasto energético tanto en verano como en invierno. El toque final se lo dejamos a las pinturas, ecológicas y no tóxicas y con colores que ayuden a crear una atmósfera agradable tanto en el interior como en el espacio exterior.

El resultado final de esta reforma es una vivienda que respeta las características originales de la vivienda, aportando más luz, más comodidad, más confort y eliminado totalmente las humedades.